Con la salvedad de que no se puede meter a Soria en el "paquete" de provincias desfavorecidas, ya que cuando la renta de
Zamora era del 72% de la renta media europea, la de Soria era del 105% de dicha renta media europea por lo que no se pueden equiparar dos realidades separadas por 33 puntos porcentuales y que la justificación para que el engendro reciba dinero de Europa somos las tres provincias leonesas con nuestras respectivas rentas por debajo del 80% de la renta media europea mientras las cinco provincias castellanas (aparte de Ávila cuya renta era alrededor del 75%) superaban el 100% de dicha renta media europea, el resto del artículo dice verdades como puños.
Por Eugenio-Jesús de Ávila, director de El Día de Zamora (publicado en dicho periódico el 03.01.2018)
Castilla y León recibió de Europa enormes cantidades de dinero desde que nuestra nación ingresó en la Comunidad Económica Europea. El retraso social y económico de provincias como Zamora resultó esencial para que Europa inyectase fuertes sumas económicas para que la Junta de Castilla y León las distribuyese.
El PP fue el gestor de aquel extraordinario montante económico. Lucas, aquel nefasto presidente, que aún vive de la política en el Senado, un hecho inconcebible, y después Juan Vicente Herrera priorizaron la brutal inversión en provincias como Valladolid y Burgos, más el apéndice de ambas, Palencia. Zamora, clave para que Europa se fijase en esta doble región, otro gravísimo error de la UCD de Suárez fundir León y Castilla, desgajando de esta Logroño y Santander. Zamora, una vez más, salió gravemente perjudicada.
Pregúntese el lector por las razones de que Pucela y Burgos -la primera ciudad que traicionó a los comuneros- han progresado de manera asombrosa. Si cualquier zamorano viaja hasta Valladolid, Burgos o Palencia pensará que se encuentra en ciudades europeas, mientras la nuestra vive anclada en el ecuador de la centuria pasada. Un dato: los salarios que reciben los vallisoletanos son un 25% superiores a los de los zamoranos. Otro, entre la provincia que más aumentará su población en nuestra autonomía, Segovia, y la que más descenderá, Zamora, habrá 17 puntos de distancia. Y vamos a seguir votando a los que nos han causado tanto daño social y económico. ¿Somos gilipollas, memos o tontos de baba?
Y por nefastos que hayan sido nuestros políticos durante el periodo democrático, no resulta lógico avances tan excepcionales y retrocesos económicos, sociales y demográficos tan insólitos en la misma comunidad a la que pertenecen esas provincias y ciudades. Una historia chocante.
Si nuestros procuradores regionales, los del Partido Popular, hubieran sido representantes de los zamoranos y no de su formación, habrían pedido cuentas a los ejecutivos presididos por Aznar, Lucas y Herrera. Pero, prietas las filas, recordando el célebre aserto de Alfonso Guerra, aquello de que "el que se mueve no sale en la fotografía", prefirieron "tragarse" el injusto
reparto antes de que perder el puesto que tenían en Valladolid.
A mí me daría vergüenza dedicarme a la política para traicionar a mi gente, olvidarme de mi tierra, de los jóvenes que se han visto obligados a abandonar sus ciudades y pueblos buscando el futuro en otros lares; de mis agricultores y ganaderos, con tantos campos sin cultivar y tantas explotaciones cerradas. El poder y sus prebendas, negocios, nepotismo, transforma a las personas, las convierte en seres insensibles, huérfanos de empatía.
Creo que aún Castilla y León sigue recibiendo importantes cifras de Europa para asuntos sociales, merced al estado de provincias como Soria, Ávila y Zamora, pues hete aquí que, según me cuentan personas bien informadas, Valladolid y Burgos siguen recibiendo la parte magra de estas inyecciones económicas. ¡Hasta cuándo vamos a aguantar los zamoranos este expolio! Somos unos cobardes y nuestros políticos, artistas de la felonía.
Si pudieran borrarían de nuestro cielo nubes y desplumarían a nuestros gorriones, golondrinas, cigüeñas, águilas y halcones. Las aves y la atmósfera no votan.
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