sábado, 9 de septiembre de 2006

Almanzor y los cristianos ¿Castellanos? NO, LEONESES

Por Alicia Valmaseda Merino, Coordinadora y Portavoz de ComunidadLeonesa.ES (Correo enviado a Radio INTERECONOMIA info@intereconomia.com)

Señores:

El sábado 12 de Agosto, en un programa, tremendamente interesante, sobre el caudillo árabe Almanzor (940-1002) se escuchó una incongruencia histórica realmente chocante, hablando de las batallas entre musulmanes y cristianos, se refirieron a éstos como "los castellanos".

Almanzor logra hacerse con el poder efectivo en el año 981 hasta su muerte en 1002, mientras en dicha época, el Reino cristiano más importante de la península era el Regnum-Imperium Legionense, gobernado durante aquellos años por Vermudo II El Gotoso, Rey de León entre 982 y 999 y Alfonso V el de los Buenos Fueros (así llamado por haber otorgado el Fuero de León en una fecha tan lejana como 1017 en el que se reconocían derechos tan actuales y, al propio tiempo, tan inusuales en aquella época como la inviolabilidad del domicilio), Rey de León entre 999-1028.

Durante todo ese período, Castilla era un condado feudatario y dependiente del Reino de León, como fácilmente puede comprobarse en toda la documentación medieval de la época por lo que no puede hablarse de "castellanos" en el período citado sino únicamente de leoneses. En aquella época lo correcto sería llamar leoneses a todos los naturales del reino mientras que llamarles castellanos sería tomar a la parte por el todo, como si, actualmente, para referirnos a todos los españoles, hablásemos, por ejemplo, de "los catalanes".

En cualquier programa es preciso tener perspectiva histórica para no inducir a error a quienes lo escuchan pero hay que ser especialmente cuidadoso con este tipo de detalles cuando se trata precisamente de un programa cuya temática es histórica.

Agradeceremos tengan especial cuidado con estos y otros hechos semejantes ya que los leoneses, que respetamos profundamente al resto de ciudadanos oriundos de otras regiones españolas y no llamamos catalanes a los aragoneses o andaluces a los extremeños, esperamos el mismo respeto hacia nosotros y no admitimos que nos llame castellanos, cosa que ni fuimos, ni somos ni seremos.

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