lunes, 26 de noviembre de 2012

Razones de Estado de Martín Villa

Por David Díez Llamas, Sociólogo

El Estado de las autonomías actual nace bajo el impulso del entonces ministro de Administración Territorial por UCD Rodolfo Martín Villa. En su concepción este ministro trataba de contraponer a los nacionalismos periféricos un centro fuerte. Diríamos que este Estado lo diseña alguien que no cree en su propio proyecto y al que las circunstancias obligan a actuar. La Región Leonesa fue sacrificada a un plan en el que ni siquiera los propios dirigentes del entonces partido gobernante creían. Lo decía con toda claridad el que era portavoz del partido centrista en el Ayuntamiento de Ponferrada, Luis Soto Pérez: «el sentimiento, la aspiración de todos los componentes de la Diputación, así como la mayoría de mujeres y hombres de El Bierzo, era optar por León solo, lo que así se manifestó en una encuesta realizada en los ayuntamientos».

Los motivos por los que se obraba en abierta oposición a lo que era su voluntad y la de la ciudadanía, también los exponía con claridad: «Nuestro presidente provincial del partido (es decir Martín Villa) que en aquel momento tenía bajo su responsabilidad llevar a cabo el mapa autonómico de España llegó a la conclusión de que si proliferaban para lo sucesivo los entes autonómicos demasiado, llegaría el momento que en el Congreso de los Diputados habría más diputados que intentarían defender los intereses particulares de cada una de las zonas que los intereses de Estado en su generalidad, de ahí su gran, sublime idea de atajar en parte todo aquello que se veía casi seguro».

Siguiendo con su argumentación Luis Soto Pérez concluía afirmando que efectivamente con ese diseño del mapa de las autonomías Martín Villa «efectivamente atajó y consiguió consolidar un Estado que a la hora de la verdad nos lo ha puesto de manifiesto las elecciones generales (se refiere a las de 1982) en las cuales los partidos que derivaban de los entes autonómicos empezaron a perder fuerza y lo que adquirió fuerza fueron los de ámbito nacional».

Cuando ahora mismo hay una seria amenaza en Cataluña de establecer mecanismos para independizarse de España me gustaría conocer la opinión de Martín Villa y de todos aquellos que apoyaron su tesis. Sus razones de Estado no es que sólo fueran injustas sacrificando la Región Leonesa en aras de un supuesto bien común del conjunto de España, es que se han mostrado con el tiempo absolutamente ineficaces.

Los que somos y nos sentimos españoles nos oponemos abiertamente a proyectos como el auspiciado por el Sr. Mas que entendemos busca enmascarar sus problemas de gestión con una cortina de humo que traslade las culpas a otros territorios. No deja de ser sorprendente que partidos que se dicen de izquierdas y que teóricamente deben tener la solidaridad como un valor central apoyen iniciativas al grito de «mi dinero es mío».

A aquellos que hablan de la gran manifestación de la Diada catalana habría que recordarles que proporcionalmente fue mucho mayor la manifestación leonesista del 5 de mayo de 1984 (que vino a concentrar al 48% del total de residentes en el área metropolitana de León, mientras que en la de la Diada ese porcentaje fue del 33% de los residentes del área metropolitana de Barcelona)

Si hoy ha quedado fuera de toda duda que el proyecto auspiciado por Martín Villa ha contribuido a disgregar España (más que a cohesionarla como pretendía) y ha empobrecido social y económicamente a la Región Leonesa, entonces habrá que hacer algo para cambiarlo.

Ese camino hacia la rectificación es difícil (ya se sabe que rectificar es de sabios) pero también necesario. En nuestra opinión el mismo pasa por recuperar el modelo leonés de España. Este modelo se basa en el principio de «unidad en la pluralidad». Ello pasa por la asunción de que todos los territorios del Estado forma una unidad, pero también que esa unidad es plural y no uniforme.

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