Por Carlos Baos Ania
Las fotos de Riaño que hay en el álbum que he colocado en el siguiente enlace (https://www.facebook.com/media/set/?set=oa.10150418147783500&type=1) y que lleva el mismo nombre que este artículo, "Destrucción", están escaneadas de la prensa de hace 25 años; por eso mismo, tenéis que perdonar la mala calidad en algunos casos, pero creo que es útil para que mucha gente que no estuvo allí aquellos días o que era demasiado joven para recordarlo, se pueda hacer una idea de que aquello fue un ataque bien estructurado en tres fases, cada una más destructiva y violenta que la anterior, en octubre 86, diciembre 86 y julio 87.
El 1 de enero de 1988 entraba en vigor la obligación para España de elaborar estudios de impacto ambiental y por eso tenían que empezar a embalsar antes de ese día, con lo que empezaron el último día posible, el 31 de diciembre 1987.
Creo que para todos los que lo vivimos hay un antes y un después de aquello. Lo que me gustaría que se entendiera es que, contra la comarca de Riaño, se cometieron una serie de hechos que violaron claramente los derechos humanos de las personas que allí estábamos, y principalmente de las que allí vivían. Que fueron actos de profunda injusticia por injustificados, destructivos desproporcionados y crueles, muy crueles. Hubo injusticia, insolidaridad (también por parte de muchos leoneses, muchísimos, e incluso de pueblos que no voy a nombrar muy cercanos a Riaño), violencia,...
Todo aquello fue sometido a expropiación forzosa, y todo el procedimiento está legislado; pero también es verdad que ese procedimiento está sujeto a unos plazos, que tiene que tener una justificación objetiva. Pasados 24 años (la próxima semana hará ese tiempo desde que se derribaron las primeras casas) no se han cumplido los objetivos por los que, teóricamente, se construyó el embalse y se destruyó todo el valle.
El Ministerio reconoce que se va a regar sólo un número de Hectáreas (aunque no dice cuándo) muy inferior al que justificó el tamaño del embalse; así pues, sería de justicia reducir el tamaño del mismo y revertir la propiedad de las tierras expropiadas a sus antiguos poseedores.
Quien crea que todas estas imágenes son sólo para provocar pena o pensar ¡qué pobre gente! realmente no ha entendido mucho. Son para dejar constancia de que se produjo una injusticia descomunal que debe ser reparada, en la medida de lo posible, cuanto antes.
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