domingo, 21 de noviembre de 2010

Críticos comodones

Por Elías Álvarez Rico

En una reciente reunión tuve que escuchar como se despreciaba por una parte a los leonesistas y por otra a los sindicalistas. Ante estas críticas y desprecios quizá habría que analizar ciertas actuaciones que suceden en la sociedad leonesa en particular y en la española en general.

Ya es más que un tópico, que el leonés muy crítico con lo que sucede en su tierra cuando está detrás de la barra de un bar, ante un café o en el sofá de su casa, luego no se atreva a decirlo en la calle.

Generalmente se coincide en que faltan inversiones, la industria desvía su interés hacia otras regiones, los ciudadanos del País Leonés han de emigrar para encontrar trabajo, el patrimonio está descuidado, son otros los que se aprovechan de nuestros recursos naturales, etc...

Críticas muy justificadas que deberían de movilizar a los leoneses, pero el típico comentario es... "a ver que hacen esos leonesistas ante estos casos".

Pero cuando los leonesistas llaman a la movilización, todos esos críticos siguen detrás de la barra del bar, ante un café o en el sofá de su casa. Como si el asunto dejase de ser de interés para todos los leoneses y solo fuese asunto de "los leonesistas". Vamos, que esperan que sean los llamados "leonesistas" con desprecio en ese momento, los únicos que se muevan para solventar todos esos males que tanto afectan a todos los leoneses, y así, si se consigue esa meta, todos los leoneses salgan beneficiados, pero si por el contrario no se consigue puedan culpar a los "leonesistas" del fracaso lavándose las manos.

De forma similar nos encontramos con los mismos que critican desde sus cómodas posiciones apoyados en la barra del bar o en los sitios ya comentados, criticando la congelación de las pensiones, la ampliación de la edad de jubilación, los despidos, los impagos a los trabajadores, los recortes de los derechos de los ciudadanos, las posibles privatizaciones, etc...

Criticas igualmente justificadas, que también debería de movilizar a los ciudadanos pero que, al final, cuando los sindicatos llaman al pueblo para manifestarse, la posición es seguir cómodamente sentados mientras se espera que sean los sindicalistas los que solucionen todo. Como si todos los recortes solo afectasen a los sindicalistas y no fuesen con el resto de los ciudadanos.

Igual que en el caso anterior, si los sindicalistas consiguen algo, que son más veces de las que se cree aunque no se haga publicidad de ello, todos se aprovechan, pero cuando fracasan es muy fácil culpar a los sindicatos del fracaso y lavarse igualmente las manos. También se ha convertido en un tópico culpar a los mal llamados liberados de los males del mercado laboral, como si ellos solos pudiesen forzar u obligar a los estamentos a modificar las condiciones laborales.

Sindicalistas y leonesistas, que nunca han dejado su particular lucha, aunque se les pidan continuamente explicaciones sobre cualquier tema que afecte al mercado laboral o al País Leonés, respectivamente, como los únicos que tienen poder para salvar las situaciones críticas, lejos de tener el apoyo necesario, simplemente son repudiados.

Muy fácil es decir "si yo fuera... sindicalista o leonesista haría..." pero cuando se llama a los ciudadanos a mover ficha nadie es capaz de dar un paso al frente. Todos siguen cómodamente esperando y criticando hipócritamente. Porque, a pesar de las apariencias, en todas las movilizaciones laborales recientes, sin excepción (aunque algunos lo negarán rotundamente por intereses creados) son los sindicatos los que han llevado la voz cantante.

Pero a pesar de que tanto a sindicalistas, como a leonesistas, ya les cansa que se usen esos términos con desprecio, por pura ignorancia de los que los usan así, siguen en la brecha porque, lejos de ofenderse ante los ignorantes, creen en sus convicciones y siguen siendo capaces de perder horas de sueño por los demás, aunque la gran mayoría luego les deje en la estacada cuando son llamados para apoyar cualquier causa.

¿Quien debería de ser más criticado, aquel comodón que se queda sentado esperando a que otros le solucionen los problemas, o los que a pesar de las criticas siguen adelante, acertando o no en algunos casos su postura, y no se rinden ante el rechazo de los comodones?

Porque nadie es perfecto y en todos los ámbitos se comenten errores e incluso hay ovejas negras que manchan la imagen de unos u otros pero, a pesar de ello y del desprecio de muchos, no es de recibo dejar abandonada a esa gente que sigue dando su tiempo por los demás desinteresadamente. Porque la realidad es que tanto unos como otros hacen esa labor sin esperar nada a cambio, por mucho que algunos se empeñen es decir lo contrario.

Está claro que las manipulaciones mediáticas son parte de culpa de este pasotismo ciudadano y ese dejar en manos de otros lo que es de todos.

¿Tan influenciable es la ciudadanía que, en vez de luchar por lo suyo, prefiere dejar solos, e incluso hacer de menos, a esos que les piden ayuda, antes que exigir activamente sus derechos?

Y ya se que muchos van a venir a decir que si las subvenciones, que si los privilegios, que si los pactos, que si los cargos y no se cuentas cosas mas. Pero todo eso no es ni sindicalismo, ni leonesismo. Tanto el sindicalismo como el leonesismo no esperan nada de eso y, aunque los manipuladores se empeñen en mostrar lo contrario, lo cierto es que miles de leonesistas y otros tanto sindicalistas, no reciben ni un céntimo, muchas noches no las duermen seguidas y solo buscan ayudar con lo poco que tienen. Muchos seguirán creyendo lo que aquellos a los que tanto molestan tanto unos como otros, porque les suponen una piedra en el zapato para llevar a cabo sus abusos, se empeñan en difundir.

Tantos comodones que esperan sin implicarse que otros les resuelvan los problemas, y que luego solo se dedican a criticar las actuaciones de otros influenciados muchas veces por las manipulaciones mediaticas, deberían conocer desde dentro lo que se mueve tanto en los movimientos leonesistas como sindicalistas. Comprobarían que no todo lo que se ve en los medios es cierto, y que además la implicación muchas veces llega más allá de lo que algunos creen. Es tal el nivel de implicación de algunos que a veces pierden muchas horas de sueño y de tiempo libre, no por ellos, sino por los demás. E incluso a veces llegan a poner en peligro su integridad personal, hasta el punto de que a algunos, literalmente, les han partido la cara por defender a los demás.

Pero bueno, tras esta reflexión seguro que los comodones seguirán mirando, seguirán culpando y seguirán cómodamente esperando recoger los frutos de aquellos que tanto se empeñan en despreciar ¿Para que moverse y dar la cara? Es mejor que la den otros.

Es duro decirlo así, pero es la realidad actual que tenemos que vivir. Unos no se avergüenzan de nada a pesar de las críticas y siguen adelante por los demás. Otros no se atreven a dar la cara y se esconden en cuanto pueden no vaya a ser que les reconozcan.

Y como en otros casos ya se que voy a crearme mucho enemigos tras estas palabras, pero a pesar de ello sigo sin avergonzarme porque si a alguien le molesta... ¡por algo será!

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