martes, 23 de noviembre de 2010

A propósito del atropello de Lancia

Por "San Miguel de Escalada"

Un político es una persona que interviene en la política de un Estado, comunidad, región, etc. Debe ser hábil para tratar a la gente o dirigir un asunto. Es decir: ser capaz de desarrollar esa "actividad de las personas que gobiernan o aspiran a regir los asuntos públicos" Y debe ser técnico. Es decir: conocer la técnica y métodos con que se conduce un asunto. Cada cuatro años elegimos a los políticos, para que nos gestionen los asuntos de la "res publica". Al menos teóricamente. Para que nos defiendan los intereses comunes.

Cuando los políticos fallan. Cuando nos fallan, porque ni son técnicos, ni hábiles, ni honrados, suelen exigirnos a los representados que pongamos los recursos por escrito... ¿Recursos contra quien? Contra la administración política, que tiene las espaldas muy anchas, y es anónima. Y ellos, los ineptos, los inhábiles, los corruptos... se quedan a la sombra de una sombrilla, tan frescos...

La opinión pública y la sociedad civil no deben asumir obligaciones de denuncia. Tienen derecho a hacerlo, claro que sí. Pero no es "su obligación" velar porque se cumplan las buenas prácticas políticas. Es decir: porque los políticos sean hábiles, capaces y técnicos. Esa obligación está implícita en los políticos. Y con una responsabilidad personal. Si se entendiera así, y se asumiera así, otro gallo nos cantaría...

El único papel escrito que deberíamos cubrir y firmar los ciudadanos, sería la papeleta del voto democrático. El resto debería estar contemplado, automáticamente. Pero, claro: tendríamos que cambiar algunas leyes. La primera, la ley electoral...

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