viernes, 9 de noviembre de 2012

RECUERDOS Y NOSTALGIAS DE UN LEONESISTA

Por Luis Marcelo Pajín de la Riva (publicado en Alto Esla, Valdeón y Sajambre http://www.altoesla.com/IdentidadLeonesa/Manifiesto_Leonesista.htm)

He leído con enorme atención, respeto y admiración los artículos de mi amigo Carlos sobre los problemas que plantea la instalación de la estación de esquí de San Glorio y el expolio que se quiere perpetrar contra la riqueza ecológica leonesa con el tendido de la línea de alta tensión que enlazaría Asturias con Palencia.

Según las declaraciones de nuestros “ilustrados” políticos, todos saldrían beneficiados, sería un avance cualitativo y cuantitativo en el crecimiento económico. Pero resulta que la región que pone el terreno, que sufre la expoliación de sus valles y montes sería la menos beneficiada. ¿Cómo es posible todo esto?

Recuerdo el pantano de Riaño. Su realización supondría un enorme progreso para León, se pondrían en riego grandes hectáreas de terreno de secano y la renta de nuestros agricultores mejoraría. ¿Sucedió realmente así?

Sin embargo Riaño y Valdeburón sufren un abandono absoluto: carreteras tercermundistas, despoblación de pueblos, falta de servicios, envejecimiento de la población, falta de perspectivas económicas, etc.

Esa es la realidad, los que sufrieron la destrucción de sus pueblos, de los valles han sido los grandes perjudicados. Sólo hay que darse una vuelta por la comarca para ver la situación. Y nuestros políticos ¿qué hacen, qué dicen, se han planteado una mejora de los servicios de la comarca para que la población encuentre alicientes para no emigrar, han llevado a cabo a un programa de actuación serio que reactive la economía de la comarca que cree expectativas de futuro?. NO parece que así sea, sino todo lo contrario.

Desde hace muchos años vengo manteniendo la necesidad de que nuestra región leonesa tiene derecho a administrar su riqueza, a ser oída y sobre todo, a ser tratada con respeto, a que los leoneses podamos tomar nuestras propias decisiones a través de nuestros representantes en unas Cortes Leonesas. Que nuestra voz se oiga de una vez. Tenemos derecho a tener nuestra AUTONOMÍA, que decidamos si queremos seguir estando con Castilla, porque nadie nos consultó para entrar en la comunidad castellano-leonesa.

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