Por Abel Arias Ferrero, Presidente de la Asociación de Amigos de los Montes Aquilianos
Muchos leoneses pensábamos, que como consecuencia de las trabas impuestas por la Junta de Castilla el pasado verano a la empresa cementera Cosmos en su planta de Toral de los Vados, la empresa había abandonado la quema de nuevos combustibles amparados bajo la ambigua denominación de «valorización energética».
No era así, lo único que ha hecho es cambiar de estrategia. Ha iniciado una nueva campaña de acercamiento a la ciudadanía y, con este nuevo intento, está poniendo en marcha todos sus recursos disponibles. Ha movilizado a su plantilla de técnicos al objeto de defender que su proyecto de valorización energética es inocuo para la salud de los bercianos y el territorio que ocupan. Aduce que la única razón de la oposición de la sociedad berciana responde a una falta de información sobre el proyecto, intentando restarle emotividad al debate abierto, evaluándolo desde un punto de vista exclusivamente técnico.
No se reconocen una vez más por parte de la empresa las numerosas razones, la mayoría evidentes y demostrables, de que la comarca de El Bierzo ya tiene una presión industrial muy constatable. Evidentes con sólo echar una ojeada a la cubeta berciana desde cualquier punto de sus bordes periféricos, o con revisar la hemeroteca del Hospital de El Bierzo desde el punto de vista de los estudios epidemiológicos a consecuencia de la contaminación ambiental.
Hay que recordar aquí, una vez más, que la comarca de El Bierzo soporta ya mucha industria que precisa en mayor o menor medida para su funcionamiento la quema de combustibles fósiles. Baste mencionar las dos centrales térmicas de Compostilla y Anllares que, con una potencia conjunta de 1.565 MW (equivalente a dos centrales nucleares), llevan expeliendo a la atmósfera gases de combustión desde hace cincuenta años sobre una comarca de apenas tres mil kilómetros cuadrados de superficie.
Si añadimos a esta poderosa industria la fábrica de aceros de Roldán, que lleva en funcionamiento en nuestra comarca más de cincuenta años, la fábrica de cemento Cosmos, los numerosos polígonos industriales, las escombreras que están en autocombustión en nuestras zonas carboneras y los abundantes fuegos que se producen todos los años propiciados por la importante masa forestal que alberga nuestra región. Toda esta industria, en su conjunto, convierte a la comarca de El Bierzo en la de mayor presión industrial de Castilla y León en relación a la ratio de volúmenes de gases expelidos a la atmósfera por kilómetro cuadrado de superficie.
Esta sí que es una poderosa razón técnica, tanto para la administración como para Cosmos, al objeto de no instalar en esta comarca más industrias contaminantes. Razones que Cosmos debería tener en consideración y, en un alarde de elegancia empresarial y respeto a la ciudadanía, renunciar definitivamente a incrementar la presencia de más y desconocidos contaminantes sobre nuestra ya sufrida atmósfera, solo regenerada por las potentes borrascas invernales que limpian y refrescan la hoya berciana. Las nieblas habituales en nuestra comarca, asociadas a «smog» (adaptación fonética del acrónimo smog, que deriva de las palabras inglesas smoke —humo— y fog —niebla—) y originadas por procesos de contaminación y posterior inversión térmica, tienden a magnificar y elevar los niveles y concentración de los contaminantes a la altura del aire que inhalamos.
Consideramos muy desacertadas las opiniones de directivos de la patronal del cemento en el sentido de que conviven en perfecta armonía las plantas cementeras que queman residuos alternativos con denominaciones de origen y producciones agrícolas, citándose los casos de Jerez de la Frontera (Cádiz), Lorca (Murcia) o Buñol (Valencia). No es lo mismo: ni las condiciones orográficas ni la presión industrial son similares, es un modo simplista de equiparar territorios y demuestra un gran desconocimiento de la realidad de nuestra comarca.
Cosmos ya ha metido la cabeza dentro de su objetivo a largo plazo. Ha conseguido la aceptación de la quema de biomasa forestal como paso previo, creemos, a la quema de un amplio elenco de residuos. Los valores de biomasa forestal anunciados en prensa, 12.000 toneladas/año, no dejan de ser irrisorios ya que suponiendo un funcionamiento ininterrumpido de la planta, significan unos 67 m3/día de madera, una pila de leña de forma cúbica de tan sólo 4 metros de lado. Esto es como no conseguir nada.
Por otro lado, la invitación de Cosmos a visitar su planta es una buena medida de acercamiento a la ciudadanía, pero muy poco convincente si no va acompañada de un comportamiento noble y sincero sobre las verdaderas intenciones de la cementera, que debe mostrar desde el primer momento si quiere alcanzar algún atisbo de éxito. Sobre este asunto hay que ser serios y no se debe utilizar el doble lenguaje.
Desde la asociación de Amigos de los Montes Aquilianos, como contrapartida, también queremos invitar a los directivos y técnicos de la cementera tanto en España como en Portugal a visitar nuestras instalaciones: la comarca de El Bierzo y sus singularidades. Hacer un recorrido perimetral, una mirada circular sincera de 300 km por el borde de la fosa tectónica y que juzguen ellos mismos si nuestra comarca puede albergar nuevas y desconocidas sustancias contaminantes.
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