Por Miguel Ángel Díez Cano, Secretario General del PAL-UL
Que la Comunidad en la que se incluyó inconstitucionalmente a León nos ha perjudicado es algo incontestable. De haber administrado como Autonomía León sus propios recursos y sinergias, está claro que la situación económica y social de nuestro antiguo Reino sería muchísimo mejor. El cálculo es sencillo en lo matemático pero en lo social es inconmensurable. Todo se hace y administra desde Valladolid y para Valladolid, creando un centralismo asfixiante para personas y empresas leonesas.
Un ejemplo: La Junta Vallisoletana organiza viajes para el llamado Club de los Sesenta. Muy bien. En las respectivas gerencias de servicios sociales Provinciales se "seleccionan" mediante sorteo a los beneficiarios de esos viajes a diversas capitales y ciudades europeas como Londres, Praga, París, etc., etc. Maravilloso planteamiento social. El problema viene en el cómo se instrumentan esos viajes, quien los organiza y desde donde se efectúan. Vamos a resumir: Todos esos viajes, con independencia de los beneficiarios, salen del aeropuerto de Valladolid. Es más, si tú eres un sesentón leonés agraciado con uno de esos viajes, un autocar enviado desde Valladolid te recogerá para llevarte a Villanubla, desde donde, inevitablemente, partirá la expedición. O sea, que ni siquiera las empresas leonesas de transporte terrestre de viajeros participan del negocio. Es todo redondo.
La pregunta es la siguiente: Si la propia Administración autonómica en su giro a tráfico "mercantil" en cuanto a generación de negocio derivado de la administración de dinero público atenta contra los aeropuertos y empresas Leonesas del transporte ¿qué podemos esperar en cuanto a sus políticas activas para la potenciación de esos sectores e infraestructuras? ¿Para qué queremos el nuevo y flamante aeropuerto de León si la propia comunidad, en lo que administra, atenta contra su funcionamiento? ¿Qué hace ante esto la plataforma de izquierdas "más vuelos para León"? ¿Se ha planteado manifestarse ante las Cortes para denunciar tan elementales agravios? Y los 156 beneficiarios leoneses y leonesas que esta misma mañana han recogido sus "pases" para el viaje a Londres ¿se limitan a enfadarse por la injusticia? ¿por qué no renuncian al viaje en masa en señal de protesta?
En fin, este es el problema y la tragedia de León: Que pertenece a una Autonomía gobernada por déspotas e incompetentes que sirven a su Partido antes que a los ciudadanos que les dieron la responsabilidad de representarles. Pero la mayor tragedia no es la conocida y demostrada aversión a León y su correlato de centralismo vallisoletano, sino la complicidad de los propios leoneses y leonesas que no se rebelan contra este tipo de cosas cuando pueden hacerlo. Conocerán Londres pero desconocen la reivindicación de su propia tierra y cómo se defienden los intereses de un pueblo.
Tenemos un buen aeropuerto, pero no tenemos lo que tenemos que tener para reivindicar en serio vuelos que lo justifiquen. Es mejor la terminal anterior llena de gente y con la cafetería abierta que no un flamante aeropuerto vacío y sin poder tomar café porque no se justifica en base a las leyes de mercado el simple mantenimiento de un establecimiento hostelero. Esto es de película de terror.
Como secretario general del PAL -Partido Autonomista Leonés- seguiremos denunciando nuestra marginación como pueblo en nuestra historia, identidad, en nuestro derecho a la Autonomía y en cada acto de agravio contra nuestra tierra.
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