‘...que todo lo joden’.
Por Manuel Ángel Gutiérrez Roberto
A estas horas es más que probable que más de uno y de una piense así. Pasado el primer arrebato de alegría al haber conseguido en segunda instancia algo que se nos antojaba harto difícil llega el momento de catalogar, etiquetar, separar, cribar y poner en valor.
Pero desde estas líneas queremos hacerlo no con Lancia, ni con el cerro visitable, ni con sus restos aparecidos, ni con los que están por llegar. Desde aquí queremos hacerlo con quienes han tenido la palabra y los silencios sobre el futuro de esta bimilenaria ciudad.
Por supuesto agradecer a tod@s cuant@s con su firma, sus cartas, su apoyo, sus ideas... nos han ayudado a conseguirlo. Sería largo citarlos a todos y además carecería de importancia puesto que a menudo importan más los grandes silencios que las pequeñas voces. Decenas de asociaciones, miles de ciudadanos anónimos, un nutrido grupo de intelectuales se han unido a la lucha que, entre todos, iniciamos a finales del pasado verano.
Mencionar, eso si de forma muy especial, a Jesús Liz, Jesús Celis y Luis Grau, expertos en la materia y detonantes del triunfo que hemos conseguido.
Pero olvidemos los agradecimientos y las palmaditas esperando que desemboquen en alguna que otra limonada compartida en estas fechas próximas.
Quedémonos con los silencios; con los silencios sonoros y con los silencios callados.
En primer lugar a nuestros amigos de la prensa; no hace falta ser un lince para analizar sus actitudes al respecto. Desde artículos asépticos hablando de Lancia como quien habla del sexo de los ángeles, hasta opiniones enmascaradas de información objetiva presionando en favor de la autovía a cualquier precio (probablemente proporcional a los intereses de más de un propietario de esos mismos medios), pasando por algunas tribuna de opinión (pocas, realmente) que creemos que si han sido definitivas. En todo caso, ahí han estado con mayor o menor determinación, que no es poco.
Los partidos políticos, posiblemente con un nudo en la garganta y una piedra en el zapato, no han sabido dar la talla más alla de unirse (tarde, mal o nunca) a la ciudadanía, o hacer el más espantoso ridículo encomendándose a las leyes (que ellos promueven). Algún modosito movimiento puntual, entre los que incluso hemos visto alguno con claro interés personal. Como dice un buen amigo: ‘los peores son los más cercanos; más daño te pueden hacer’. Al resto ni se les esperaba, ni llegaron. Al menos ahora podremos reirnos cuando quieran ponerse una medalla.
Las autoridades locales, alcaldes y grupos en la oposición, tanto en la zona como en la misma capital de la provincia, a verlas venir, como de costumbre. No sabiendo si unir, sumar, restar, multiplicar, dividir o simplemente evaporarse. No les vamos a negar que jugar con el dinero de los demás es más barato que hacerlo con el propio, pero no resulta muy digno, por definirlo de alguna manera. En todo caso que tengan claro que sus municipios van a ganar bastante más de lo que ellos creían que podrían perder. Tiempo al tiempo... aunque alguno no lo vea tras el 22 de Mayo. Algunos incluso deberían pensar si han actuado de forma legal y leal a la hora de plantear alegaciones, aportando datos o planos no del todo exactos. Lo de la capital ya resulta de pura pantomima: al fin y al cabo sólo están interesados en que una nueva ronda de la ciudad les salga gratis para rentabilizarlo electoralmente. Mal por el Alcalde (que ahora va a tener que lidiar con el yacimiento de Puente Castro) y rematadamente mal por el candidato del PP, que ya hoy de buena mañana confunde culo y témporas. Don Gutiérrez: ¡¡que la junta es del PP y lo ha hecho rematadamente mal!! De hecho la responsabilidad real y legal de SU Junta es prevenir lo que ha ocurrido. ¿no hubiese sido más sencillo enfrentarse al PSOE en Madrid poniendo por encima el interés de Lancia? ¿o es que la obra también les venía bien hecha de gratis?
Las autoridades provinciales. Diputación Provincial, Delegación Provincial de la Junta y Subdelegación del Gobierno. O no saben, o no contestan. O sí que saben y callan. Malo lo uno (por desidia), y malo lo otro (por falta de profesionalidad y traición a los ciudadanos que les han colocado en sus puestos). Resulta patético observar que a menudo hay que leerles las mismas leyes y normativas a las que ellos otorgan tanta importancia. Si van a crear leyes para, a continuación, desconocerlas, ignorarlas o directamente manipularlas a su antojo, estarían mucho mejor en sus respectivos domicilios. De todas formas es más que posible que para ellos Lancia simplemente sea un arma que no han sabido como tirarse a la cabeza. Si acaso recomendarle algún producto para la memoria a la Sra. Presidente de Diputación: no se puede decir hoy una cosa, mañana otra, hoy decir que no tiene capacidad sobre el Patrimonio, mañana presumir inaugurando una restauración de Patrimonio pagada por la ‘Dipu’ cumpliendo sus propios mandatos... Rematadamente mal. Eso si, muy educada; creo que fue la única persona que mandó contestar las cartas enviadas. Eso, hasta se lo agradecemos.
Las autoridades autonómicas, aquellas que desde el principio podían haber evitado que se diese el problema, sabían donde estaba Lancia, sabían hasta donde ocupa terrenos el BIC declarado por ellos mismos en 1.994. Saben que la ley les otorga el poder para conjugar la A-60 y nuestro patrimonio. Y se callaron y dejaron hacer algo que ahora nos va a costar, a todos, más dinero (de ese que ahora mismo digamos que no sobra). Y también saben que la misma ley les podría hacer responsables de una mala actuación. Mala cosa es nadar y guardar la ropa cuando el río viene crecido.
Las autoridades estatales, de verdadero juzgado de guardia. Aún a sabiendas de las alegaciones planteadas desde un principio por la administración autonómica, los municipios de la zona e incluso ciudadanos particulares, aún sabiendo que existían alternativas más económicas y perfectamente compatibles con poner el Yacimiento en valor y ejecutar una autovía a todas luces necesaria, se han empecinado en mantener un trazado que, cuando menos, les iba a traer esta complicación. Ahora, salvo que decidan recurrir el dictamen de la Junta (cosa que no me resultaría nada extraña, aunque con las elecciones a la vuelta de la esquina quizá prefieren no recurrir y utilizar la oportunidad para lanzar alguna pedrada política a Valladolid), se van a ver en el problema de estudiar ese desvío, justificar las expropiaciones, negociar... mal asunto.
Todos ya han intentado culparnos del retraso en esos primeros 27 km. de autovía. Pero lo que no se sostiene, simplemente se cae por su propio peso.
‘Esas putas piedras viejas’; hasta algún comentario de avispado e inteligente opinador ocasional en prensa incidía en las piedras. Parece ser que el conocimiento y puesta en valor de nuestra tierra y nuestros orígenes para poder generar empleo estable y turismo de calidad es menos valioso que unos pocos metros de asfalto. Este tipo de actituds siempre nos hacen una especial gracia; es como si alguien quisiera tener autovías para ir a visitar ruinas romanas ¡a Roma! Si hasta económicamente no le resulta rentable, alma de dios.
Pero, para terminar, no nos vamos a quedar quietos paladeando una victoria justa por su fin y muy peleada por su desarrollo.
Ahora vamos a seguir luchando para que Lancia, sus restos, los munipios que la rodean, los paisanos que la pisaron desde niños se convierta en el motor económico de la zona. Y curiosamente para eso se necesitan dos cosas: una verdadera voluntad política de poner Lancia en el valor que tiene... ¡¡y una autovía que permita al resto del mundo llegar hasta ella!!
Antes tenían un problema... no queríamos perder Lancia. Ahora tienen dos, mantenerla viva y terminar la autovía. Y les vamos a exigir las dos cosas, permanentemente, en el plazo más breve posible, sin excusas, sin dobleces y sin silencios.
Y recuerden... ustedes sólo gestionan. Y lo hacen el tiempo que nosotros les otorgamos libremente.
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