lunes, 4 de octubre de 2010

Carta abierta a Doña. Isabel Carrasco

Por Manuel Ángel Gutiérrez Roberto - Trobajo del Camino

Mi estimada y nunca bien ponderada Presidenta:

Permítame por la presente acusar el recibo de su amable contestación a mi carta de 27 de Septiembre, enviada dentro de la campaña por el mantenimiento y puesta en valor de los restos de la ciudad astur romana de Lancia llevada a cabo por la Plataforma Salvemos Lancia. Y permítame también utilizar, como ciudadano, mi turno de réplica.

Leo en su respuesta que las excavaciones arqueológicas de Lancia, realizadas en el tramo de la autovía León-Valladolid no afectan a ninguna propiedad de la Diputación Provincial de León. También leo en su respuesta que la Diputación de León no tiene competencias en materia de protección del patrimonio cultural de la provincia de León y por lo tanto no tiene capacidad normativa alguna para decidir sobre la procedencia o no de la conservación arqueológica de los restos hallados. Y termina diciéndome que ...en el ámbito de su responsabilidad al ser titular de una pequeña parte del yacimiento... Como verá intento descontextualizar lo mínimo posible su respuesta, pero evito al lector aquellas frases que normalmente sólo sirven para que el contenido de una carta se aproxime al tamaño de un folio completo a doble espacio.

Oscar Wilde se preguntaba qué era un cínico y se respondía a si mismo un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada, y da la sensación de que lo hacía pensando en usted. Y se lo voy a explicar detalladamente. MIENTE cuando me dice que esas excavaciones no afectan a ninguna propiedad de la Diputación. Y miente porque no hablamos de propiedades materiales. Si la Diputación está más preocupada en SUS propiedades que en la defensa de las propiedades de TODOS los leoneses quizá haya llegado el momento de analizar si la institución que usted tiene el honor de presidir tiene algún sentido. MIENTE cuando me dice que la Diputación no tiene competencias en materia de protección del Patrimonio cultural de la provincia, aunque es bien cierto que la Diputación carece de la capacidad normativa a la que usted se refiere. Leo en el apartado i del Artículo 4º de los Estatutos del Instituto Leonés de Cultura, que también tiene el honor de presidir,: i Velar por la salvaguarda del patrimonio histórico-artístico, arqueológico y natural de la provincia leonesa, así como conservar el de la Diputación Provincial. No la culpo por conservar el patrimonio de la Diputación. Al fin y al cabo también es mio y me parece loable que me lo proteja. La hago culpable directa de NO VELAR por la salvaguarda del patrimonio arquelógico de Lancia. La hago culpable directa de ello sin que los terrenos del BIC declarado en 1.994 sean propiedad de la Diputación. Ustedes, y no yo, otorgaron de estatutos al ILC. Ahora toca cumplirlos.

En el Art. 24 de los mismos Estatutos leo: El Departamento de Etnología y Patrimonio tendrá a su cargo el estudio, la salvaguarda y la difusión del patrimonio etnológico, histórico-artístico, arqueológico y natural de la provincia leonesa. Comprendo perfectamente el significado de la palabra salvaguarda, cosa que usted parece no hacer. Cuando me he dirigido a usted para intentar obtener una ayuda en mi defensa del yacimiento de Lancia, lo he hecho desde la convicción de acudir a quien me representa, me apoya y me defiende como leonés.

Créame que su respuesta me ha dejado perplejo. Sabemos que para salvar Lancia quien tiene la última palabra es la Junta de Castilla y León, puesto que tiene legalmente transferidas las competencias exclusivas en materia de Patrimonio. Y es la Junta quien puede parar las obras y solicitar un cambio en el trazado de la autovía. Yo me he dirigido a usted para que vele por mis intereses, que son los de todos los leoneses, como representante democráticamente elegida para hacerlo. Me he dirigido a usted para que me ayude haciendo cumplir lo que desde su misma institución se dice defender. Entendiendo que un BIC es algo de interés general para el Estado y leyendo el artículo 155 de la Constitución española también constato que si la Junta de Castilla y León no hace bien su trabajo puede ser requerida a hacerlo. Por eso no puedo dar crédito al abandono e indefensión al que usted me somete. Me habla de la defensa de los bienes de la Diputación como si de una finca simplemente se tratase. Como si simplemente estuviese preocupada por aquello por lo que ha pagado, le recuerdo, con mi dinero. Vivimos en una provincia rica en Patrimonio, cuna de lengua y reino, con más de 2000 años a la espalda y usted no hace sino recordarme a Woody Allen cuando nos dijo que En Estados Unidos no se acuerdan de la guerra con España de 1898. Lo más viejo allí tiene diez años. Le aseguro, señora, que yo - y como yo otros muchos - creo en el progreso, en el desarrollo si es sostenible, pero creemos en él como reflejo de la grandeza histórica que esta provincia atesora. Nunca como una cuenta de resultados en la que primen metros construidos, kilómetros de carreteras o millones de toneladas de ladrillo.

No me mienta haga su trabajo y defiéndame como leonés. Puede que yo no la vote, pero acepto a mis representantes democráticamente elegidos. Sólo le pido eso, que no sea sólo presidenta para una parte, sino que lo sea para todos y que haga oir la voz de una parte de la ciudadanía que pide ayuda a quien cree que debe pedírsela.

Y por último, permítame recordarle que las leyes de protección de datos también están para cumplirlas. Usted no puede contestarme mostrándome las direcciones de correo electrónico de otros ciudadanos que le han enviado la misma misiva. Me he dirigido a usted en privado y esperaba una respuesta privada, no que suministrara mi correo electrónico a nadie. Por eso esta vez prefiero dirigirme a usted en público.

Reciba un cordial saludo:

Manuel Ángel Gutiérrez, Trobajo del Camino

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