sábado, 13 de julio de 2013

DE FUNDACIONES Y FUNDICIONES (DE DINERO PÚBLICO)

Por David Díez Llamas, Sociólogo

En cualquier época se hace necesario evitar dilapidar el dinero público pero esa exigencia es aún mayor en la época en que vivimos. No se puede demandar a la ciudadanía esfuerzos vía aumento de impuestos o reducción de los servicios públicos mientras contempla que desde la administración no se controlan sus gastos. Es desde la ejemplaridad en la austeridad cuando se puede solicitar de otros que te apoyen en la lucha de tratar de mejorar nuestras infraestructuras económicas vía reducción del déficit.

Un ejemplo de cómo el dinero que se recauda luego se tira por la borda son las Fundaciones que ha creado la Junta de Castilla y León. Es el caso de la Fundación Villalar que se lleva en su presupuesto la nada despreciable cifra de 1.240.000 euros. ¿Qué recibe la ciudadanía a cambio?, la mejor respuesta sería que los leoneses no recibimos nada, pero claro esto sería demasiado benévolo. Con ese dinero que se recauda con el esfuerzo de todos la Junta financia proyectos que atentan directamente a la identidad, la cultura y la economía leonesa. ¿Qué para eso conviene inventarse una historia sin base científica alguna? Pues se hace que para eso tenemos 1.240.000 euros. ¿Qué eso puede incidir en que la ciudadanía cuente con menos servicios en transportes o en sanidad? ¿Qué vendría muy bien ese dinero para mantener a equipos tan representativos de sus ciudades como Zamora, Ademar...?. Nada, bagatelas, nosotros hacemos y editamos un comic que luego distribuimos a modo de propaganda para que los escolares aprendan la historia que nosotros queremos. Vamos que si hay que decir que en la prehistoria ya existía Castilla y León se dice, que si hay que afirmar que todos estamos contentos con una autonomía que fue asumida por la ciudadanía leonesa pues se pone en el papel, que para eso se paga. Claro la mentira necesita más esfuerzos de difusión que la verdad, más que nada exige “esfuerzo creativo”. ¿No estamos por la creatividad y la innovación pues la aplicamos a la historia? Estos de la Fundación-Fundición Villalar deben pensar que es demasiado aburrido contar las cosas que sucedieron en el pasado y que es mucho “más güai” inventarlas. Claro que en esa invención arriman demasiado el ascua a su sardina y se les nota demasiado.

Otra de estas creaciones de la Junta es la Fundación Siglo. La misma está dotada nada menos que con 23 millones de euros y cuenta con unos 150 empleos. Entre sus méritos está el haber conseguido cargarse la gestión del MUSAC. Este museo había alcanzado una cota de prestigio importante en toda España y las referencias al mismo han sido frecuentes en muchos medios de comunicación y facultades de Bellas Artes del país. Bueno pues está Fundación consigue que dimita la directora del Musac. ¿Un caso aislado? Ya, pero es que a continuación dimite todo su equipo directivo y parece encuentran dificultades para sustituirlo. No es tema de dinero sino que parece que vuelve a darse una injerencia política en la gestión de está institución. ¿Acaso no hemos tenido suficiente con el papel que han jugado los políticos en la gestión de las Cajas de Ahorro? No es casual que en la promoción de las Edades del Hombre se haga en base al slogan “25 años construyendo identidad”. ¿Cuánto nos está costando el crear esa identidad castellano-leonesa que quieren? ¿Con que medios contamos para evitar esa invasión cultural y económica?

Otro caso es la marca “Tierra de Sabor”. En este caso no es una fundación pero en bastantes cosas tiene similitudes. Vayan y entren en internet para ver su página. En ella podrán ver tres referencias centrales, el vino de Ribera de Duero, Pedraza y el “queso castellano”. Vamos ni rastro de cualquier referencia a los productos leoneses. Es decir con el dinero de los leoneses se promociona el vino de Ribera de Duero (Bierzo, Prieto Picudo no existen) o el queso de Castilla (al de Zamora, León o Salamanca se les da la alternativa o que se vendan como castellanos o se les quita de cualquier tipo de promoción). Las referencias a la “tierra castellana” son constantes en toda la página. Los leoneses contamos en la misma sólo para pagar con nuestros impuestos algo que lo mejor que se podría decir es que es inútil. En “Tierra de Sabor” se promociona con dinero público el “León no existe” y el “todo es Castilla”. Sin embargo en ello hay también el reconocimiento de la dificultad de vender algo como “Castilla y León”. No es una buena marca comercial el vino “castellano-leonés” o el “queso castellano-leonés”. Ante su dificultad para reconocer que en está autonomía existen dos regiones los de “Tierra de Sabor” optan sencillamente por unificar todo como Castilla. Supongo que a la gran mayoría de las personas les resulta indiferente que un producto venga o no con la marca "Tierra de sabor", pero es que esa indiferencia cuesta mucho dinero. Por otro lado es cuestionable que sean más los que compran por tener un producto que los que lo rechazan por tenerla, algo que deberían tener en cuenta aquellos que ponen está marca en sus productos.

Pues miren sí, pienso que estas y otras Fundaciones son fundamentalmente “fundiciones de dinero público”. Se dilapida el dinero para conseguir unos objetivos meramente políticos. En algún caso es casi como dar dinero a alguien para que adquiera el instrumental necesario para que luego pueda atracarte. Vamos una delicia.

Es necesario racionalizar el gasto público, evitar dispendios y un paso en ello será claramente el acabar con este tipo de Fundaciones creadas y gestionadas con carácter político y contrarias a los intereses de la ciudadanía en general y de la leonesa en particular.

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